Es muy gratificante revisar la historia de nuestro país, y encontrarse que gran parte del desarrollo logrado en todas las industrias en la segunda mitad del siglo XX, fue impulsado por los caballos de potencia y el torque de muchos modelos de vehículos pesados, livianos, pero sobretodo vehículos todoterreno.
Es que se podría afirmar que la economía del país en aquella época: “marchaba sobre ruedas”. Solo basta preguntarse, ¿qué hubiese sido de la comunicación de las grandes urbes con el campo, sin esos vehículos utilitarios de tracción en las cuatro ruedas más conocidos como 4x4?.
Imagínese, en aquella época escaseaban las autopistas, es más, eran bien raras las carreteras pavimentadas, y claro, esto hizo que se popularizaran esos camperos trocheros, leales escuderos del papá, el abuelo o el tío, quienes tenían en su garaje un modelo como: el Toyota FJ40, el Nissan Patrol, el Jeep Willys entre algunos otros.
"...porque los Colombianos de antaño buscaban que el barro, los ríos y las zanjas, no les dañasen el paso para ir a la finca..."
Es por esto que se guarda un espacio especial en la memoria de nuestro país para los vehículos 4x4, porque los Colombianos de antaño buscaban que el barro, los ríos y las zanjas, no les dañasen el paso para ir a la finca, o les interrumpieran el viaje al transportar mercancías los días de feria, o que los dejaran “tirados” con todo y pasajeros, que por ese entonces podían llevarlos en sobrecupo hasta en el techo o parados en la tapa de acceso trasera, o simplemente para que el “carrito” le llevara la familia (completa) sin contratiempo, al popular paseo de río, a algún rincón poco visitado de alguna quebrada con agua lo más limpia posible, y claro para hallarla había que recorrer: “trocha”.
¿Cómo lo lograron? Pues el objetivo era claro, había que impulsar las cuatro ruedas y para lograrlo, se debía tener un motor con alto torque (mucha fuerza, no importaba tener altos niveles de potencia), una caja de baja relación (lenta pero multiplicaba la fuerza del motor que de por sí, ya era alta), algunos modelos adicionaban a la multiplicación del giro que hace la caja, un bajo que es el equivalente a otra caja solo que más pequeña, que tenía el objetivo de multiplicar aún más las relaciones de la caja sola (el bajo servía para pasar de 1ª a media más o menos), y finalmente para ponerle la cereza a este pastel mecánico, se equipaba un sistema de transferencia el cual no hacía otra cosa más que llevar el movimiento que generó el motor y transformó la caja, a los dos ejes: el delantero y el trasero. ¡Una maravilla técnica¡, no lo cree?
"...por eso hay que fijarse con objetividad y fundamento técnico, a qué tipo de automotores llamamos 4x4, porque a veces se deben cuestionar un poco los nombres comerciales que utilizan algunas marcas con algunos modelos..."
Aunque hoy en día los vehículos que se merecen llamar: “todo terreno” o 4x4, tienen bastante electrónica, el principio mecánico sigue siendo el mismo, por eso hay que fijarse con objetividad y fundamento técnico, a qué tipo de automotores llamamos 4X4, porque a veces se deben cuestionar un poco los nombres comerciales que utilizan algunas marcas con algunos modelos, porque en ocasiones no es tan coherente ese título 4x4, con la mecánica que montan.